Por cosas de la vida,me tocará ''celebrar'' el nuevo año, en un rincón del sureste inglés, no demasiado lejos de Londres,pero situado en medio de la nada.Un entorno rural,pero falto de belleza y atractivo.La orografía es una sucesión interminable de planicies,que conforma un paisaje monótono y anodino.La naturaleza agreste y salvaje, que tanto me gusta, brilla por su ausencia.
El sur de Inglaterra, no es para mí, me repito a mí mismo, mientras camino sin parar,en medio de reflexiones absurdas y fuera de lugar, con la única compañía de la luna llena ( que no es poco).En estos momentos de celebraciones y de consumismo desbocado ( al menos aquí),mi memoria rescata algunos momentos entrañables del pasado.Esas excursiones de fín de año con mis mejores amigos,esas cenas en familia, ... La soledad me vuelve melancólico,por momentos, aunque no quiero caer en la añoranza.
Esta navidad supone otra dura prueba para mí.Por primera vez en mi vida,no estoy rodeado de compatriotas en estas fechas tan señaladas, y mis compañeros de trabajo proceden de países remotos y desconocidos para mí ( Hungría,Polonia,Rumanía,India,...).Una sensación extraña, difícil de asimilar, que sobrellevo con entereza, a pesar de todo.Lo que no me mata, me hará más fuerte,pienso para mí.
La navidad en Inglaterra,no responde a los mismos planteamientos que en mi país natal.Aquí,los lazos familiares ( por lo general) son muy débiles, y estos días se basan en comprar impulsivamente ,cualquier cosa que esté a la venta,como si fuera lo más importante del mundo.Aunque odies a tu compañero de trabajo o a tu vecino,es obligado hacerle un regalo.La apariencia de educación y de buenas maneras debe prevalecer, ante todo.Una conducta falsa e hipócrita,que deja en un segundo plano,el lado afectivo y emocional de las personas, que es lo que de verdad vale.En fín,es una cultura diferente,basada en lo material,en lo aparente.
Mi mundo interior se halla convulso, UNA VEZ MÁS.Una nueva etapa se acaba de iniciar,en mitad de fechas emotivas y cargadas de simbolismo, y para variar,me exigue un esfuerzo tremendo de adaptación.Los comienzos son siempre duros, y están cargados de estrés y de ansiedad.
Lo que me rodea está por descubrir, pero por desgracia,el reloj sigue corriendo ,y nadie me esperará.Tendré que sobrevivir, y asimilar los cambios con celeridad.
Después de sondear un poco la zona, no logré rescatar nada digno de atención.Tres campos de golf rodean mi lugar de trabajo,configurando un paisaje verde uniforme,de cierta belleza, pero artificial.La mano del hombre se deja notar.El encanto de lo natural, quedó sepultado bajo toneladas de tierra prensada, y con ella, mis sueños exploradores.Definitivamente,Inglaterra no es para mí.
Por si fuera poco,el trabajo es aún mas extenuante que el anterior, y ocupa muchísimas horas de mi tiempo.Mi bici, que volvíó a la vida, deberá esperar un poquito más...
Ahora toca ser fuerte,asimilar los contratiempos, y nadar contracorriente.Mientras tanto, sólo queda soñar con un futuro idílico,de bosques, lagos cristalinos y montañas esculpidas por la erosión.Ya tengo en mente ese lugar!! , no muy lejano en el tiempo y añorado en demasía.
Una nueva etapa vendrá, dentro de pocas fechas,llena de ilusión y optimismo.Volver a empezar,para seguir adelante.Ojalá tenga un poco de estabilidad, y deje atrás la incertidumbre.Será mi particular ''dulce'' navidad.
SEE YOU ON THE TRACKS