SABOR AMARGO

Hoy me he levantado con una sensación extraña,sumido en un clima de apatía y desgana bastante evidente.La poca motivación que me quedaba para permanecer en este lugar, se esfumó de golpe, tras asistir al meeting mensual de mi departamento, en mi lugar de trabajo.

Las injusticias se suceden una tras otra, y siempre van en la misma dirección.Por momentos, me sentí ninguneado,injustamente tratado, con respecto a otros compañeros de trabajo.

Llevo aquí un año trabajando, dando lo mejor de mí, cada día, sin quejarme por nada ( salvo ocasiones puntuales,totalmente justificadas) y siempre dispuesto a echarle una mano a mis "mates" cuando ha hecho falta.He acudido a trabajar en más de una ocasión con fiebre y con bastante malestar, y nadie ha valorado mi implicación.He procurado ser amable con todo el mundo, brindando una sonrisa, incluso en los momentos de más estrés y agobio, intentando crear una atmósfera de trabajo lo más sana posible.Por desgracia, parte del grupo no muestra la misma actitud, y se limitan a aplicar la ley del mínimo esfuerzo, aprovechándose del resto.El compañerismo brilla por su ausencia, y su pensamiento se basa única y exclusivamente en alargar la jornada laboral al máximo,aún a costa de otros, para ganar todo el dinero posible.Si alguien tiene que hacer un sobreesfuerzo por ellos, no les importa lo más mínimo.Todo sea por el maldito dinero !!!!
Está claro que el equipo se divide en dos grupos bien diferenciados.Por un lado, los trabajadores honestos que piensan en el bien común, y por otro lado ( la mayoría, por desgracia) los trabajadores que calculan hasta el último gramo de esfuerzo a realizar, y que jamás ayudan a los demás.Curiosamente, este segundo grupo, goza del reconocimiento por parte de los jefes.La dignidad, para ellos, pasa a un segundo plano.

El último meeting fue un fiel reflejo de esta situación.Las personas menos trabajadoras,los más rastreros y mezquinos trabajadores acapararon todos los reconocimientos del més.Me quedé totalmente estupefacto,sin palabras para explicar tal injusticia.

Los que más trabajamos y damos lo mejor en beneficio del grupo, quedamos totalmente marginados, y los más vagos e insolidarios, aparecen a ojos de los jefes, como personas íntegras y comprometidas.En fín, ya agoté los argumentos para describir este panorama desalentador.

La vida en sí misma es injusta.En este lugar, si no tienes contactos entre la clase dirigente, o no eres un rastrero adulador, tu trabajo diario queda oculto entre montañas de incomprensión e injusticia.Ese es mi caso, yo pertenezco al grupo de los "honestos", y mis posibilidades de mostrar mis virtudes son nulas.Sinceramente, prefiero que así sea, mi trabajo no es reconocido, pero mi dignidad se mantiene inalterable.Mis principios no son negociables,eso está claro.

Mientras paladeo el desayuno, el sabor amargo de la decepción impregna todo mi ser, sin remedio.Es una sensación de vacío que me acompañará un tiempo,pero me hará crecer como persona, y ser más fuerte ante las adversidades.Antes de terminar, tambien quiero hacer mención a otros amigos-compañeros, (Jessy, Juanjo,Zoltan ...) que han sido injustamente tratados y merecen todo mi apoyo.Sin ellos, mi estancia aquí, sería mucho más difícil.Su sola presencia, compensa sobradamente todos los sinsabores  y malos momentos que estoy viviendo.

Personas íntegras como ellas, me reconcilian con el género humano, y me hacen ver la vida de otra manera.

En fín, hoy toca desconectar,nada mejor que empezar por una sesión de swimmimg.Después, una buena sesión de running, terminará de devolverme la calma y la estabilidad mental perdidas. Ya vendrán tiempos mejores.
Es hora de nadar, de endulzar mi existencia, después de un desayuno un tanto "amargo".

Este sabor amargo de la decepción perdurará un tiempo, pero mi esencia nunca morirá.Y que así sea !

SEE YOU ON THE TRACKS