Correr por montaña es una de las experiencias que me produce mejores sensaciones.Recorrer sendas semiocultas por la vegetación y antiguos caminos de "bestias" (animales de carga,mulos,burros,...) me retrotrae a tiempos remotos.El silencio ensordecedor,tan solo interrumpido por el trino de un pájaro o el suave fluir de un curso de agua,me transmite una energía positiva,sin comparación con cualquier otra cosa.
En esta época,totalmente humanizada y sometida a la mano del hombre,gozar de unas horas de soledad,me llena de vida.
Afortunadamente,este año está siendo lluvioso,y aún en pleno mes de junio,el campo está tapizado de un verde intenso,y los bosques se muestran en todo su esplendor.Un cóctel perfecto para disfrutar de los parajes más agrestes que ofrece Granada.
Hace escasos días ,tras un intenso aguacero,decidí salir a correr por las colinas que circundan Granada.El monte presenta un aspecto multicolor,la tierra está esponjosa y la humedad se respira en el ambiente.Las retamas se encuentran en plena floración,y pintan la ladera de un amarillo chillón,que contrasta con el marron del suelo.Un pequeño respiro,en una ciudad ahogada por obras y tráfico.
Realmente bonito a estas alturas de año.
Pero sin lugar a dudas,uno de mis rincones predilectos son Los Guájares,tres minúsculos pueblos situados a mitad de camino entre Granada y la costa tropical.Los paisajes escarpados y boscosos,junto con la sucesión de árboles frutales y huertas,conforman un escenario ideal para la práctica del senderismo o del trail running.
Los viejos senderos centenarios se adentran en un mundo de paz y tranquilidad.Las fuentes naturales aparecen por doquier,y los saltos de agua engrandecen aún más este paraíso casi desconocido para el gran público.
Los habitantes de esta comarca guardan con celo sus tradiciones y costumbres,preservándolas ante el avance de la "modernidad".Todavía hoy,es frecuente el uso de animales de carga en el las labores agrícolas,y los senderos de piedra,están llenos de excrementos de estos animales.Parece no pasar el tiempo,en este reino de paz.
La orografía del terreno es muy particular,con grandes valles y escarpadas montañas ( de hasta 1400m de altura),lo que parece un paisaje alpino,a pequeña escala.El clima tan benigno que goza esta comarca tambien le da un encanto especial.Aquí se cultivan todo tipo de plantas tropicales y de verduras,casi en cualquier época del año,todo un privilegio.En diversas épocas,la sinfonía de colores es espectacular.
Las montañas afiladas observan la grandiosidad del valle,desde la altura,inaccesible durante siglos para asentamientos humanos de gran alcance.
En la actualidad, sigue siendo un rincón poco conocido y explotado.A pocos quilómetros de distancia de la alpujarra,pero a siglos desde un punto de vista turístico.
Un reducto de calidad de vida y recogimiento.
Un reino de paz.
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