miércoles, 14 de enero de 2015

DANTESCO

Entrado de lleno en el mes de enero, el invierno asoma con virulencia por las Highlands.Tras varios días de nevadas persistentes, la carretera presenta un estado dantesco,sólo la presencia continua de las quitanieves, alivia el panorama.
Al comienzo del último temporal , y aprovechando dos días libres,decidí, en contra de todo pronóstico, acercarme a Elgin a visitar a dos muy buenos amigos.El tiempo ya daba muestras evidentes  de que algo malo se avecinaba.Cuando me levanté, y abrí la ventana, una ligera nevada teñía de blanco el ambiente.Lo más sensato hubiera sido seguir durmiendo y dejar la aventura para mejor ocasión.Pero ya que había hecho el esfuerzo,me preparé, y decidí esperar hasta última hora para tomar una decisión.Finalmente, mi lado más inconsciente se impuso, y me lancé rumbo a Elgin.La nevada dejó paso a un tiempo frío, pero aceptable.Contento y con la esperanza de que la meteorología me concediera una tregua de tres horas, emprendí la marcha.
A la media hora de plácido rodaje, de nuevo empezó a nevar, de forma notable, y pese a todo continué a ver si se producía una mejoría.La situación mejoró, incluso un poco de sol me sorprendió de forma grata ! De nuevo mi estado de ánimo se vino arriba.Por fín un poco de tranquilidad, pensé, iluso de mí.
Pasados unos quilómetros, la lluvia hizo acto de presencia, pero no de forma torrencial, un alivio, en estas tierras.Pese a todo, podía darme por contento.
Llegando  a Elgin, el panorama se volvió dantesco, en forma de una granizada bestial, y un fuerte viento de cara.Como estaba cerca del objetivo, aguanté estoicamente el temporal, y completé el trayecto de ida.Ahora quedaba la vuelta, que se presentaba imprevisible.
El retorno transcurrió sin mayores sobresaltos, al principio,hasta que el viento huracanado me desafió sin darme tregua.Cada pedalada suponía un esfuerzo titánico,pero poco a poco iba haciendo camino.
Para los últimos 20kms de ruta ,decidí seguir una carretera secundaria, sin apenas tráfico ni ajetreo.Un final tranquilo, previsiblemente.Hasta que pasó lo inevitable.Conforme me acercaba a Aviemore, la capa de nieve en la calzada aumentaba de forma escandalosa,hasta convertirse en un espeso manto blanco, dónde sólo se veían las huellas de los coches al pasar,en medio de tan descomunal cantidad nívea.Así que tuve que estremar la precaución, y poner mis cinco sentidos en la carretera.La ruta se alargó más de la cuenta, y llegué a casa con el tiempo justo para cambiarme, darme una ducha caliente y salir disparado al trabajo.Los pies estaban fríos como témpanos de hielo, y mi cara era todo un poema.
No me dió tiempo ni de comer, así que pasé una tarde en el trabajo realmente mala.
Aparenté normalidad, y aguanté la situación como pude.Por dentro tenía una mezcla de satisfacción  y de alivio a partes iguales.El objetivo se cumplió, pero me arriesgué hasta límites insospechados.La próxima vez, analizaré con detenimiento la previsión meteorológica y no cometeré semejante locura, de nuevo !
Por esta vez, ha salido bien, pero estuvo al borde de lo dantesco.
En fin, ya sé cómo se las gasta el cruel invierno aquí.Fue un serio aviso.
Pese a todo, me sentí un héroe desafiando los elementos.Un imposible se cumplió, y siempre recordaré ese día.
La memoria guardará con ahínco ese día, para recordarme que no se puede luchar contra la naturaleza.
Estoy en pie para contarlo.Algo es algo... En los próximos días, debido al horrible tiempo, cambiaré mi rutina, seguiré nadando sin descanso, pero complementaré mi preparación con algunas sesiones de gym, en espera de que todo vuelva  a la normalidad, cuanto antes ! El invierno no ha dicho su última palabra, y mi espíritu aventurero e inconsciente, tampoco...

SEE YOU ON THE TRACKS !

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